Es una asociación que trabaja por un mismo fin en la que los propios socios son los encargados de
hacerla funcionar, administrarla, controlarla y dirigirla.
Debemos destacar que
esta asociación trabaja de una forma conjunta y colaborativa, y sin ánimo de
lucro.
En
estas escuelas cooperativas lo que se hace es que son los propios dueños los
que deciden las características de su escuela.
Los
propietarios pueden ser solamente maestros, o padres, o padres y maestros;
pueden organizarse como quieran pero el requisito que deben cumplir es que sus
alumnos, al final de cada ciclo, deben haber alcanzado los objetivos y
competencias establecidos por la ley, para ello se realizan exámenes y test que
comprueban que se cumple lo que se establece en el currículum.
Este
tipo de escuelas, aunque parecen muy innovadoras y actuales, surgen en los años
70.
La escuela cooperativa, da la oportunidad al niño de aprender de forma
creativa y sin la presión de un programa didáctico a seguir por lo que no se
presiona al niño, aunque se le hace ver desde el principio cuales son los
objetivos que se deben alcanzar y se le va guiando sobre estos, por lo que se
trata de un aprendizaje compartido. Además, debemos resaltar un aspecto
esencial e importante de estas escuelas, y es la participación de las familias
en ellas, la oportunidad que se les da de contribuir a la cooperativa, por lo
que en la mayoría de ocasiones favorece también el aprendizaje del niño
aportando ideas y teniendo la oportunidad de opinar y dirigir junto a otros
profesionales la educación de sus hijos.
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